Despierto de un día agitado. Te busco, no te encuentro, y entonces ves brillar el sol tras de mi, sentado en la verde gramilla.
Solo pido un deseo, que seguramente lo cumpliré; cada vez que pase un tren, en algún atardecer por Palermo...
Sonrío, me exito. Puedo caer, ya casi llega conmigo el atardecer.
Pienso en vos. Qué importa lo que quedó atrás?
Hoy sos vos, soy yo. Escuchando melodías que hacen brotar el amor de los dos.
Encuentro tanta paz, tan contenta esta mi alma. Elevados por el humo. En la noche, la Luna nos Acaricia...
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