No ves que me cuelgo? Suele pasar, ya me acostumbré
así.
Acostate conmigo. La cama es chica, pero entramos los dos. El
frío desaparece cuando me abrazas,
podrías quedarte un ratito mas...
Qué
mirás?- me preguntás.
Me
sonrío, no lo puedo negar, es algo que
tenés en tu mirar.
Podría la noche nunca acabar. Solos los
dos. Solo
vos y
yo.